En 1993, un cineasta nacido en Haití, Raoul Peck presentaba en Cannes, L’homme sur les quais. Desde ese momento, ninguna otra película haitiana había sido exhibida en el festival y no me consta que alguna haya tenido exhibición comercial en salas. Debido a su situación política, el cine haitiano se convirtió en un cine con grandes dificultades para existir. Es por este motivo que la presencia de Freda de la cineasta Géssica Généus es un acontecimiento. No porque implique la presencia de una cierta cota del cine del Caribe, sino sobre todo porque Freda es una buena película. Géssica Généus nos muestra el retrato de una familia que vive en un lugar cercano a Port-au-Prince. La madre tiene dos hijas y un hijo y todos ellos deben enfrentarse a la situación del país y tomar sus determinaciones vitales. El hijo mayor, Moisés, aprovechará la situación para marchar a Chile; la hija pequeña, Esther, intentará penetrar en la alta sociedad de su país casándose en un rico, sin tomar conciencia de que puede meterse en la boca del lobo. Y finalmente, Freda no cesa de debatirse entre marchar junto a su compañero de la República Dominicana o continuar en el país para proteger a su familia, asumiendo la  inestabilidad social del país y la suya propia.

Pero a diferencia de otras películas que juegan con situaciones elementales, para describir el malestar de un mundo en descomposición, Géssica Généus sabe como articular un discurso en el que mezcla lo privado y lo político. Lo privado queda perfectamente reflejado en el dolor de la madre que calló frente al dolor de sus hijas y consintió por miedo. Lo político surge en las escenas que transcurren en las aulas o en las calles, donde queda claro el deseo de continuar luchando a pesar de todo. Las paradojas del destino han hecho que Freda haya llegado a Cannes dos días después del asesinato de Jovenel Moïse, el que era el actual presidente del país. A pesar de estar rodada dos años antes, Freda acaba dando algunas claves sobre la situación en la que se encuentra a día de hoy Haití.

Àngel Quintana