Al inicio de la película vemos como el patrón descubre que su felicidad puede alterarse por culpa de un problema familiar. Su hijo puede tener una deficiencia pero es muy prematura para evaluarlo. El patrón es un joven burgués que hace negocios en la frontera entre Brasil y Uruguay y un día necesita a un joven empleado. El joven es hábil en la equitación y puede llevar un tractor gigante. La relación entre ambas está marcada por los sistemas económicos y de poder. Pero tanto el empleado como el patrón son padres, viven en pareja y, a su manera, tienen que luchar por el futuro. Mientras, en la primera parte, la película explora las relaciones de trabajo y de dominio. A partir de un momento un accidente altera la relación entre los personajes. Quieren acercarse pero hay una zanja que lo impide. A partir de este momento surge la compasión, la falsa solidaridad, la venganza, el miedo, la tensión y evidentemente las barreras que marcan y separan las clases. Manolo Nieto Zas rueda su tercera película con inteligencia, dejando que nada sea explícito, que surjan las dudas, que existan espacios en blanco que impidan que el drama se desarrolle de forma convencional, pero que no impiden que el patrón se distancie del empleado y viceversa. Al final del camino, todo encuentro es imposible.
Àngel Quintana
