Print Friendly, PDF & Email

Peter Tscherkassky concibe esta película como un homenaje a Kurt Kren, quien en 1960 realizó 3/60 Trees in Autumn y dieciocho años después 37/78 Tree Again. Del mismo modo, según cuenta en la sinopsis de su nueva película, dieciocho años después de L’Arivée, Tscherkassky concibió Train Again a partir del mismo motivo de los trenes. Si en aquella, el punto de partida era la película de los Lumière, en esta otra resulta ser El espíritu de la colmena, con Isabel y Ana en las vías del tren esperando su paso y continuando con la entrada de los espectadores en el cine de Hoyuelos, todo ello en negativo. Volverá sobre esta imagen, también sobre el famoso primer plano de Ana mirando a la pantalla, pues buena parte de la película se concibe como un juego de miradas entre rostros y trenes. El corpus de obras utilizadas es muy amplio, como es fácil imaginar, desde Asalto y robo de un tren o las películas de los Lumière a muchas películas de toda la historia del cine, pasando también por audiovisual publicitario. El ritmo vertiginoso impuesto por la velocidad del tren y el montaje, las perforaciones de la película pasadas por la optical printer y convertidas en imaginarias vías del tren, o el trabajo sonoro de Dirk Schaefer que parece evocar “Different Trains” de Steve Reich, hace de todo el conjunto de Train Again una de las obras más espectaculares de Tscherkassky, al nivel de Instructions for a Light and Sound Machine. Hacia el final del metraje volvemos inevitablemente a El espíritu de la colmena con Ana e Isabel viendo pasar el tren y subiendo de nuevo a las vías. El contraplano se impone y un tren se aleja hacia el horizonte. Única película de todo el Festival de Cannes proyectada en 35mm y realizada manualmente -recuerda Tscherkassky- Train Again es, en palabras de su autor,  “un homenaje al celuloide, al cine analógico en trance de desaparecer”.

Jaime Pena