Print Friendly, PDF & Email

Jiyan es una de esas películas que hacen del espacio su razón de ser. Un pequeño apartamento en Berlín, en el que Hayat y Harun son acogidos por unos familiares tras abandonar Siria, es casi la única localización de un relato donde la libertad no termina de alcanzarse nunca. Süheyla Schwenk critica con dureza las incongruencias de un sistema social donde los desplazados y los inmigrantes son presos de sus circunstancias de manera irreversible, víctimas de un encierro que no es solo metafórico, sino que se extiende al idioma, al imposible acceso al mercado laboral o a la posibilidad de un permiso de residencia. Una opresión burocrática que en Jiyan se vive desde el reducido espacio de un hogar.

La cineasta construye un relato claustrofóbico a partir del punto de vista de Hayat, la joven esposa que está a punto de dar a luz. Desde esta perspectiva, se cuestiona el peso de la tradición y su influencia en los roles de género; pero también se abordan las secuelas que la vivencia de un conflicto armado deja en los supervivientes (y que se traducen en las pesadillas recurrentes que esta mujer padece, filmadas con cámara subjetiva y en blanco y negro). Los tres únicos momentos en que la cámara abandona el apartamento son aquellos en los que el dolor que siente Hayat la obliga a salir del único refugio en el que se siente protegida.

La simplicidad de las formas es uno de los grandes pilares de una película en la que conviven el drama y el horror, y donde la esperanza es un sentimiento que encuentra acomodo entre ambos. El ritmo pausado, los sutiles movimientos de cámara y la fuerte luminosidad que se cuela por los ventanales son algunos de los elementos de los que se sirve Jiyan para hacer de este un relato de tiempo suspendido. Dentro del plano quedarán enmarcadas las rutinas compartidas con la calma y la certeza de que la espera es un proceso que se vive hacia dentro y se sufre hacia afuera. Pero, sobre todo, con la seguridad de que la apertura no es una cuestión material, sino una actitud capaz de escapar a cualquier frontera.