¿Existe el instinto maternal? Mucho se ha teorizado a favor y en contra de la posibilidad de que exista esta condición femenina de amor y cuidado que automáticamente se activa en las mujeres al dar a luz. Hi, Mom busca la respuestas a este controvertido interrogante a través de la historia de varias mujeres, todas ellas conectadas por algún vínculo familiar, para quienes la maternidad ha significado cosas muy distintas. Es por ello que lo más fascinante de la cinta es, quizá, el hecho de que su protagonista es una mujer que no ha tenido hijos. Y, a pesar de ello, la elección no resulta incoherente, pues la cinta se sirve de la distancia que le otorga a la protagonista su condición de hija (mostrando las secuelas que deja una madre ausente, desaparecida años atrás) y de hermana (siendo testigo de las dificultades que conlleva una maternidad temprana). Aunque Hi, Mom se instala en el terreno del realismo social, en una de sus últimas escenas todo adquiere un carácter simbólico. En ese momento, la protagonista vuelca su desesperación y frustración sobre el receptor equivocado, proyectando en él sus propios miedos. Quizá lo que sí exista es el instinto filial, de unos hijos que al nacer quedan anclados al amor de una madre, a su aprobación y sobre todo a su presencia continua. Cristina Aparicio