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Carlos F. Heredero.

Miércoles, 12 de mayo. José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno, anuncia un drástico golpe de timón que sacrifica su propia política social y que implica cargar una gran parte del peso de la crisis económica sobre las clases medias funcionariales y sobre los pensionistas españoles. Los sindicatos protestan. El Fondo Monetario Internacional y la CEOE dicen que las medidas van “en la buena dirección”.

Jueves, 13 de mayo. El Festival de Cannes presenta O Estranho caso de Angélica, en la que su director, el portugués Manoel de Oliveira, introduce algunos sustanciosos diálogos que reflexionan sobre la actual crisis económica. Los periódicos españoles hacen públicas las presiones de Barack Obama (“hay que calmar a los mercados”, le dice a Zapatero el presidente americano) para que España emprenda el ajuste anunciado.

Viernes, 14 de mayo. Cannes proyecta Wall Street. Money Never Sleeps, en la que Oliver Stone retrata a un implacable tiburón financiero, pero la película nos dice que la redención es posible y que también los agresivos gestores de los depredadores hedge funds tienen su coranzocito. Hollywood  ofrece su receta balsámica para los ciudadanos/espectadores que sufren la crisis. En España, la patronal bancaria pide que se hagan más recortes aún; es decir, necesitan que los pobres se empobrezcan un poco más para que ellos se enriquezcan un mucho más.

Sábado, 15 de mayo. Los mercados (ese ente invisible tras el que ningún medio de comunicación identifica a ningún especulador con nombres y apellidos) vuelven a caer porque consideran que los recortes anunciados son insuficientes. Hay que recortar más, dicen.

Domingo, 16 de mayo. Se proyecta en Cannes Inside Job, un implacable documental americano de Charles Ferguson (producido por la Sony) que pone nombres y apellidos a los especuladores, que desvela la complicidad del gobierno de George Bush con la política desreguladora que está en el origen de la crisis. También muestra cómo ciertos altos cargos del Gobierno de Barack Obama mantienen estrechos lazos con algunos de los más poderosos financieros responsables de la catástrofe. En la ‘Quincena de los Realizadores’ se estrena Cleveland contra Wall Street, un documental ficcionado de producción francesa en el que Jean-Stéphane Bron denuncia cómo miles y miles de familias americanas están quedándose en la calle por la avaricia de las grandes corporaciones financieras. En España se publica que el coste salarial de los altos directivos ha pasado, entre 2005 y 2009, de 208 a 313 veces el salario mínimo. Hay consejeros ejecutivos de grandes bancos que han cobrado pensiones por valor de 68,7 y de 79,8 millones de euros.

Lunes, 17 de mayo. En Cannes se presenta Film Socialisme, la nueva película de Jean-Luc Godard (producción francesa), que reflexiona a la par sobre la historia de Europa y sobre la crisis económica.

Jueves, 20 de mayo. Un informe de El País asegura que gravar el patrimonio de los más ricos aportaría al estado seiscientos millones de euros más que lo que se puede ahorrar al congelar las pensiones. Zapatero anuncia una subida de impuestos para “los que realmente más tienen”. Pero dos días después (el sábado, 22) dice que “ahora no toca el impuesto a los más ricos”.

Domingo, 23 de mayo. Termina el festival de Cannes. No se conoce ninguna película de un director español que haya hablado, durante los dos últimos años, de la crisis económica. Entre los rodajes en marcha, tampoco hay ninguno previsto que se interese por el tema. Para el cine español, en España no hay crisis. El mundo no es redondo.