Roberto Minervini es un cineasta curioso. Puede rodar en Italia o en Estados Unidos, y a veces puede brillar en el documental y otras en la ficción. The Damned es una ficción, pero también es un western o, quizás, otro posible relato sobre una de las muchas patrullas perdidas. Los protagonistas de The Damned son unos soldados del norte que han sido enviados a explorar algún lugar del Oeste americano situado más allá de la frontera. El peligro es evidente, porque en cualquier momento pueden ser asediados por otra tropa de sudistas perdidos, por bandoleros o por alguna tribu de indios. Como en La patrulla perdida (1934) de John Ford, el enemigo es invisible, lo que cuenta son quienes intentan sobrevivir. En la historia de Minervini no hay épica, sino un eterno tiempo de espera y una guerra fantasma sin referentes. Los soldados que sobreviven a un primer tiroteo enfocan la guerra de diferentes formas, desde el nihilismo al patriotismo, sin olvidar la fe católica que todo lo justifica. Los personajes están a la deriva, en un estado de tensión permanente, bajo todo tipo de inclemencias temporales. De forma progresiva la guerra va quedando cada vez más difusa, no hay esperanza, sino un estado de perpetua errancia hacia ninguna parte. Minervini crea un tiempo especial, tiene buenos momentos dramáticos, pero la historia de esta patrulla perdida la hemos visto vagar en otras películas y en otras guerras.
Àngel Quintana