Durante un tiempo hasta fueron muy populares las comedias en las que el marido mataba a su mujer como método rápido de divorcio. Sister Midnight invierte la tendencia y quizás por ello aún nos podemos reír. Y es que a Uma, que acaba de llegar recién casada a Mumbai, no le faltan razones. Su marido no le presta atención, de ningún tipo, y ella no aguanta encerrada en su pequeño hogar. Durante los primeros minutos de la película de Kandhari, la comedia se resuelve por pequeños hallazgos minimalistas, encadenando secuencias muy breves que van conformando un microcosmos y que nos retratan a Uma en sus primeros intentos de salir de su hogar-prisión, hasta que encuentra un pequeño trabajo de limpiadora nocturna. Y así, con su fregona recorre las calles de la ciudad… hasta que pasa algo y la pobre esposa se convierte en una suerte de vampira con querencia por los corderos y los pájaros. Lo del marido llegará después, no se sabe muy bien si por voluntad propia y por accidente. No importa, a esas alturas la película ha perdido por completo el norte, si alguna vez lo tuvo, porque más que el desarrollo de un argumento su guion es una acumulación de situaciones, unas más graciosas que otras, pero con muy poca organicidad. Con todo, su vocación de crowd-pleaser no se verá comprometida.
Jaime Pena