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Por error, en el número de diciembre de 2021 de Caimán Cuadernos de Cine, dentro del informe sobre el Festival de Sevilla apareció publicado el apoyo correspondiente a la edición del año 2020. Reproducimos aquí el texto correcto y pedimos nuestras más sinceras disculpas a los lectores y a la organización del festival.

SUBIENDO EL NIVEL

Amén de mantenerse como una sección compacta, ‘Revoluciones permanentes’ ha elevado su listón competitivo con respecto a la edición de 2020; tanto es así que el jurado FIPRESCI encargado de bendecir a uno de los ocho títulos en liza tenía prácticamente imposible equivocar el fallo, pues cualquiera de las obras presentadas exhibía un buen puñado de argumentos como para ser defendida. Se impuso Ghost Song, segunda incursión del director francés Nicolas Peduzzi en la trastienda de una Norteamérica para muchos desconocida. Con una partitura estética idéntica a la de su anterior trabajo, la impactante Southern Belle (2017), Peduzzi compone una sinfonía sobre el Houston oculto de la mano de una joven rapera afroamericana y de un niño bien caído en desgracia por sus excesos adictivos. El montaje paralelo, sin posibilidad de convergencia, de esas dos vidas que, sin embargo, se apelmazan en el mismo universo ruinoso; la entre tierna y estrafalaria galería de personajes; el uso de elementos ficcionales y el brioso estilo de Peduzzi alicatan una obra contundente, por más que los que ya frecuentaran su ópera prima sientan una sensación de dejà vu.

De una película filmada por un francés en Estados Unidos a otra rodada por un director de Filadelfia entre Berlín y Viena. En Outside Noise, Ted Fendt firma otra de esas falsas películas sencillas en las que todo es pequeño: la duración (60 minutos), el formato (16 milímetros) e incluso las historias aparentemente intrascendentes de tres amigas que están siendo engullidas por un lánguido vórtice existencial. Sin aspavientos, con una puesta en escena de primorosa exactitud (impresiona su trabajo con el reencuadre y lo significativo de los escasos movimientos de cámara) y su renuncia a la (falsa) belleza turística, Fendt captura la existencia de un angst generacional marcado por una apatía a la vez amable y triste.

Más difícil de justificar es la presencia en Sevilla de la magnética A Night of Knowing Nothing (Payal Kapadia, 2021), película indefectiblemente india presente en este festival de cine europeo por razones financieras (cuenta con una parte de capital francés), un argumento tan lícito como endeble, más aún para una cita que este año ha programado 225 títulos (volumen que también afecta a la atención mediática que se presta a las películas incluidas en las secciones paralelas). Sea como fuere, el filme de Kapadia –un ensayo poético/político que parte de una historia de amor truncada por un régimen conservador para erigirse, entre la realidad y el sueño, en un hermoso alegato contra un sistema opresor– se elevó junto con Outside Noise y Anatomia (Ola Jankowska, 2021) como una de las cumbres de la sección. En su película, Jankowska apela a las composiciones estáticas, al rigor en el uso del punto de vista y a dos motivos visuales recurrentes (los lugares de paso y los edificios en construcción) para referir el impasse que atraviesa Mika, una joven que regresa a Polonia tras veinte años de ausencia para visitar a su padre, afectado por una lesión cerebral. Cerraron el apartado la española Un cielo tan turbio (Álvaro F. Pulpeiro, 2021), caleidoscopio de una belleza decrepita sobre la Venezuela contemporánea, y la tan excéntrica como nada paternalista Théo et les métamorphoses (Damien Odoul, 2021), retrato de un joven con síndrome de Down que oscila entre la introspección y el surrealismo.