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Carlos F. Heredero.

Con motivo de la retrospectiva que el Festival de San Sebastián dedica a Roberto Gavaldón, rescatamos en este número de Caimán CdC –a modo de rigurosa primicia y adelanto editorial– el texto que Casimiro Torreiro ha escrito para el libro sobre el cineasta mejicano que publican conjuntamente el certamen donostiarra y la Filmoteca Española. Y no es azaroso que hayamos escogido este artículo que pasa revista, desde una perspectiva autocrítica, a los errores y a las injusticias a las que se abandonaron durante muchos años amplios y prestigiosos sectores de la crítica –tanto mexicana como internacional– en el momento de valorar la obra del director ahora reivindicado en la capital vasca.

Su publicación coincide con la aparición en Francia de las obras completas de André Bazin, lo que da pie para que Àngel Quintana nos llame la atención –en otro artículo de la sección ‘Historia(s) del cine’– sobre la necesidad de revisar, a la luz de nuevos textos que hasta ahora no conocíamos, la ingente producción crítica y teórica de quien es considerado, con toda propiedad, el ‘padre’ de la crítica moderna, a la vez que fundador de Cahiers du cinéma. Surgen así nuevos aspectos de la obra baziniana que nos ayudan a repensar no solo la Historia del Cine, sino también toda la complejidad de su presente.

Puestos a revisar, la vitalidad del paisaje actual nos ofrece también la oportunidad de volver –con perspectivas críticas diferentes y con puntos de vista alternativos a los de la valoración que publicamos el mes pasado– sobre Érase un vez en… Hollywood, la controvertida película de Quentin Tarantino que sigue siendo objeto de lecturas enfrentadas o complementarias (ahí están los textos de Jonathan Rosenbaum y Juanma Ruiz en la sección ‘Réplicas’). Un film que se convierte así en jugoso pretexto para que la crítica vuelva a repensarse a sí misma, a la vez que sigue pensando y repensando las imágenes.

Y en esta imprescindible tarea nos pueden ayudar algunos de los ‘Grandes nombres de la crítica’: una serie de textos que inauguramos con esta entrega de Caimán CdC, dedicada a la figura crucial del norteamericano J. Hoberman (gentileza de Violeta Kovacsics), lúcido analista de las relaciones entre el cine y la sociedad de su tiempo. Una serie de textos que iremos publicando, mes a mes, para poner en valor y traer al presente las aportaciones de críticos cuyo magisterio ha contribuido a ensanchar y a enriquecer los caminos del pensamiento y de la teoría cinematográfica.

Una reconsideración autocrítica de la propia crítica, una revisión historiográfica, un debate sobre una obra polémica del presente y la reivindicación del pensamiento de un
escritor excepcional componen, de esta forma, un conjunto de trabajos que apuntan hacia una autorreflexión de la crítica (a la vez sobre su pretérito y su presente), hacia un reexamen de su propia función y hacia la puesta en valor de sus aportaciones más valiosas.

Este es un empeño que ha estado siempre, desde su fundación, en el ADN de Cahiers-España y de Caimán CdC. Frente al peligro de dormitar en las rutinas que imponen las urgencias del presente y contra la tentación de refugiarnos en prestigiosas herencias que pueden fosilizarse si no se actualizan, la tarea de repensarnos autocríticamente y de mirar a los maestros (no para idolatrar a nadie, sino para comprenderlos desde el más vivo presente), se nos antoja inaplazable.