Print Friendly, PDF & Email

Ambientada en Kartum poco antes de la independencia de Sudán del Sur, la ópera prima de Mohamed Kordofani se adentra en la realidad sociopolítica de su país a través de dos mujeres que encarnan a su manera estos dos ‘sudanes’ ahora separados. Julia es una joven proveniente del sur, católica y pobre, que malvive con su esposo y su hijo por las calles de la capital histórica sudanesa. Cuando un incidente acaba con el asesinato del marido en manos de un carpintero árabe y musulmán, la mujer del perpetrador, Mona, decide contratar a Julia como asistenta en su casa para compensarla. Mona no le cuenta la verdad de los hechos a Julia, pero entre ambas mujeres se va generando una amistad por encima de los respectivos bandos a los que pertenecen. Por el contrario, el marido y el nuevo pretendiente de Julia encarnan polos políticos opuestos: el ciudadano musulmán de clase media-acomodada que no oculta su racismo hacia los negros y el militante pro independencia del Sur que actúa como un líder cuasi guerrillero. Goodbye Julia es una propuesta al servicio de dar a conocer la realidad de dos países africanos sin apenas producción cinematográfica. Mohamed Kordofani opta por una puesta en escena tan funcional como en exceso correcta, y privilegia el poder simbólico de sus personajes, con una clara querencia por los femeninos como encarnación de la reconciliación frente a la confrontación que ejercen los masculinos. El último tramo del film aporta complejidad a los personajes para que no queden reducidos a meros arquetipos maniqueos. Con apuestas como esta Un Certain Regard confirma su voluntad de ejercer de ventana al mundo de cinematografías minoritarias con propuestas estéticas más discretas pero con cierto valor sociopolítico. Eulàlia Iglesias