“No he venido hasta Londres para ser una parásito”. Quien hace esta afirmación rotunda es Irina Atansova, una arquitecta con excelente formación académica que se ha visto forzada a dejar su Bulgaria natal para encontrar trabajo en la capital londinense. Ella vive en un bloque de apartamentos con su hijo Jojo y su hermano Vlado, un graduado en Historia que se ve obligado a colocar antenas. La familia de inmigrantes intenta buscar caminos de integración en la capital. Irina debe afrontar su condición de madre soltera, mientras que su hijo intenta distraerse en los nuevos espacios arquitectónicos donde residen. Cat in the Wall, presentada en el festival de Locarno de 2019, es la primera ficción de dos documentalistas búlgaras, Mina Mileva y Vesela Kazakova, cuya principal preocupación se centra en estudiar y examinar de qué modo las cicatrices generadas por el viejo comunismo aún persisten y marcan la vida de los jóvenes de determinados países del Este que crecieron lejos de aquel sistema, pero aún sufren las consecuencias.
La historia de Irina y Vlado pretende ser la crónica de una gente joven que ha luchado para formarse y construir su camino en su país de origen –Bulgaria– pero a los que las circunstancias políticas les impiden desarrollarse. El problema surge cuando esta generación intenta instalarse en otras sociedades en las que siempre son vistos como el refugiado, la alteridad proveniente de otra cultura. Cat in the Wall está basada en hechos reales, y el núcleo dramático de la película gira en torno a las sospechas de los vecinos frente a la familia búlgara cuando los acusan de haberles robado el gato. Irina y Vlado han adoptado un gato, pero eso no les sirve de excusa ya que están bajo sospecha. Mina Mileva y Vesela Kazakova cruzan la situación que viven las protagonistas en Londres con los recuerdos del pasado y el examen de las huellas que ese viejo universo genera en sus vidas. El personaje de Irina explica con gran lucidez su condición y las controversias frente a la intolerancia social de los países ricos.