¿Se pueden escribir cartas a un fantasma? ¿Y las podría leer un bebé? Este es el punto de partida de Carta a mi madre para mi hijo, el regalo que Carla Simón ha querido hacerle a su hijo recién nacido para que se ponga en contacto con la abuela que nunca podrá conocer en persona. Ya en Verano 1993, Simón recreaba la figura de Neus, su progenitora, referencia dolorosa y mítica a la que se pretendía acercar mediante los mecanismos del relato evocador. Ahora, después del éxito fulminante de Alcarràs y de su reciente maternidad, va más allá e intenta recrear los modos y maneras en que una imagen cinematográfica puede guardar en sí misma otra imagen, la de alguien que parece siempre negarse a quedar encerrado en los límites de un encuadre o de una narración.
Quizá por eso Simón se decide por un formato más libre, el modelo epistolar, que le permite apelar directamente a esa sombra huidiza a través de digresiones y metáforas, alusiones indirectas e imágenes poéticas, quizá la única manera posible de aprehenderla, aunque sea en parte. Carta a mi madre para mi hijo se estructura así como un movimiento perpetuo, una serie de desplazamientos que nos llevan desde la propia Simón hasta la Neus niña y luego, sucesivamente, a la joven Neus que busca algo y a la Neus espectral que regresa para cerrar el círculo. Por supuesto, ahí está Simón para recoger el testigo e insinuar que mientras la vida nunca se detiene, solo cambia de forma, el cine es capaz de reunir a los vivos y a los muertos en una única dimensión, la del deseo, que hace posible el encuentro y la reconciliación. Es la imagen, pues, la que desea y consigue materializar el fantasma, todos los fantasmas. Y es el fuego, ese fuego que Neus descubre en su primera visita a Barcelona y que Carla hereda directamente de ella, el que puede quemar la vida, pero también encender la llama de la creación. Este corto de Carla Simón –en principio un encargo del proyecto Women’s Tales de Miu Miu– no solo inventa nuevas formas autobiográficas para el cine, sino que construye todo un pequeño tratado poético sobre su esencia y sus posibilidades.
Carlos Losilla
Te puede interesar
Este mes

Llegamos al capítulo 10 de este podcast de la mano de una de las personas más icónicas de la industria cinematográfica española: Ángeles González Sinde.
Con ella hemos tenido la oportunidad de hablar no solo de su relación con la legislación del sector cinematográfico y de la nueva ley del cine sino también (y sobre todo) de su carrera como guionista, de su pasión por las series y de su defensa a ultranza del respecto por los derechos de autor. Un episodio que, gracias al inagotable bagaje de Ángeles, merece la pena escuchar con lápiz y papel.
Guión y comunicador: Diego Rufo
Imagen gráfica y técnico de grabación: Jaime Garzía
Producción de podcast: Iván Patxi Gómez Gallego
https://www.ivanpatxi.es
