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Del autorretrato como terapia fílmica.
Eulàlia Iglesias.

¿Por qué se hace una película? Esta cuestión de fondo que pocas veces emerge a la hora de hablar de cine protagoniza una de las conversaciones de The Juan Bushwick Diaries. Se lo preguntan el protagonista que da nombre al film, un estadounidense asentado en Barcelona y un poco aburrido con su vida, y su amigo Pol, un realizador que ha recalado en la ciudad catalana en su tránsito entre Nueva York y Berlín. Juan ha decidido filmar su vida como forma de huir del hastío. Espera que la cámara le ayude a mirar y sentir de otra manera.

The Juan Bushwick Diaries es el primer largometraje de David Gutiérrez Camps, un cineasta que vivió en Estados Unidos antes de volver a su país natal para trabajar en el mundo de la publicidad y el videoclip. Gutiérrez convierte a Juan Bushwick en un personaje de ficción que opera como álter ego y también como reflejo de las experiencias del actor que lo encarna, Barry Paulson, cuya trayectoria dibuja la imagen invertida de la del director. Juan concibe el cine como un ejercicio terapéutico para escapar de una vida estancada. Así que se impone filmar algo cada día, aunque sean unos minutos. El formato de vídeo-diario le permite recopilar desde imágenes de aparente trivialidad cotidiana, destellos de belleza ocasionales que observa a medida que avanza, a retratos de aquellas personas de su entorno que despiertan su interés, como el tapicero que sigue practicando un trabajo artesanal con las manos o el escritor Enrique Vila-Matas charlando en la biblioteca del barrio. El protagonista incluso entra en contracto con una fotógrafa, Carmen Núñez, que ejerce la teoría y la práctica del autorretrato como terapia para superar las adicciones y recuperar la autoestima. La vida y la película de Juan Bushwick parecen cobrar una forma más concreta cuando inicia una relación con Andrea, actriz de profesión…

Para David Gutiérrez Camps, el formato diario funciona como un dispositivo consciente de autoengaño. Un formato que permite encajar esas confluencias entre realidad y ficción de las que habla Vila-Matas en su conferencia. The Juan Bushwick Diaries se mueve por el terreno de la autoficción al tiempo que se nutre de vivencias ajenas e inventadas. Con la excusa del rodaje de una cotidianidad, Gutiérrez Camps también incorpora a su film inquietudes más propias del cine experimental y las vanguardias. En The Juan Bushwick Diaries existe una continúa tentación de moverse hacia lo abstracto. Desde la propia película en su conjunto que rehuye adoptar una estructura concreta y bien delineada hasta escenas puntuales que exploran las posibilidades estéticas y plásticas de la imagen más allá de la figuración a través del uso de múltiples soportes, formatos, velocidades, encuadres y texturas.

El referente más inequívoco de la ópera prima de David Gutiérrez Camps es otro debut en el largo, David Holzman’s Diary (1967) de Jim McBride. El cineasta estadounidense fue un precursor de la docuficción irónica y autoreflexiva con este supuesto diario filmado de un joven que se empecina en narrarse a sí mismo con la cámara. Lejos de conseguir una película objetiva y transparente, sin marcas de puesta en escena, sobre su propio yo, Holzman acaba mostrando cómo afecta a su vida el hecho de introducir obsesivamente una cámara en su entorno cotidiano. Hasta que su el diario deviene un documento sobre el fracaso de su proyecto fílmico y personal.

Multiforme, fragmentaria, subjetiva, híbrida y esquiva, The Juan Bushwick Diaries nos habla del arte como forma de terapia pero también nos ofrece un apunte de retrato colectivo desde su planteamiento de autorretrato individual. La película se convierte en el reflejo tangencial de una joven generación de cineastas sobradamente preparados, con experiencias vitales y profesionales en países diferentes y disciplinas variadas, que viven el cine como un proyecto personal que únicamente parece poderse materializar desde la producción mínima. El film de David Gutiérrez Camps no solo plantea por qué se hace cine o si se pueden mirar todas las imágenes de la misma manera en que se mira la imagen de la mujer amada. The Juan Bushwick Diaries también responde a la cuestión de cómo y sobre qué se acaba rodando una película en tiempos de crisis.