Si se hubiera escrito en el siglo XIX, Memoir of a Snail podría ser un auténtico drama digno de Charles Dickens. Dos hermanos gemelos, Grace y Gilbert nacen prematuros provocando la muerte de su madre. Su padre es un viejo alcohólico parapléjico que se dedicaba a los malabares callejeros hasta que fue atropellado por un coche. Después de la muerte del padre, los gemelos son separados. Gilbert es adoptado por una secta religiosa y obligado a rezar cuatro veces al día, mientras que Grace lleva una vida solitaria, rodeada de caracoles, y hace amistad con una vieja extravagante. Grace encontrará un compañero, pero este se aprovechará de ella, mientras la vida de Gilbert dentro de la secta cada vez es mas sombría. El melodrama está magistralmente servido, pero Adam Elliot no es ningún escritor realista, sino un animador australiano especializado en stop motion, autor de la brillante Mary and Max (2009).

Su estilo visual es inconfundible, con una paleta de colores monocromática y unos personajes que, mirando a la cámara, nos relatan su propia vida. Los clásicos vaivenes y golpes de efecto melodramáticos no funcionan de forma convencional, sino que están apoyados por una serie de detalles repletos de cierto humor negro. Memoir of a Snail nos presenta diversos mundos miserables, poblados por seres tetrapléjicos, enfermos mentales, pobres que vagan entre la podredumbre, junto con algunos perversos sexuales. A pesar de todo, el mundo oscuro de Adam Elliot no cae nunca en el vacío existencial, ni en el nihilismo. Hay en Memoir of a Snail un fuerte sentimiento de compasión hacia todos los personajes. Elliot los adora y no duda en redimirlos, en buscar situaciones que los dignifiquen y que permitan que esta maravillosa fábula cruel stop motion acabe siendo una especie de canto a la vida. El guion está maravillosamente tramado, la historia conmueve y, a pesar de los pesares, los supervivientes del relato encuentran la dignidad perdida. La película incluye algunas sorpresas, entre ellas la aparición de Nick Cave ofreciendo su voz a uno de los personajes.

Àngel Quintana