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Sura Guimarães

Describir a Jonas Mekas es una tarea simple y compleja a la vez pues su figura, así como su producción, está conectada a tantas expresiones artísticas que catalogarlo simplemente como realizador independiente quedaría corto. Mekas es fluido como la vida misma: escurridiza e imparable. Su cine se despliega entre los fotogramas, una especie de memoria sensorial que no imprime una idea sobre el mundo sino los afectos que el exterior calca sobre él. Casi como un pintor impresionista, retrata con imágenes la subjetividad de los cuerpos sin un contorno nítido a nivel de relato.

Sus imágenes no son una búsqueda y sí una celebración de la existencia, una poesía de lo cotidiano. Acompañado de su Bolex 16mm, registra libremente los rastros luminosos del paso de la materia a la percepción visual revelando así el mundo sin abstracciones; una concretización que más allá de la transferencia lumínica y formal (del mundo al celuloide) sobrevive en su restitución en el momento de la proyección. En ese gesto, Mekas imprime un testimonio más real que la realidad pasada.

Más allá de un poeta plástico, Jonas Mekas puede ser leído no solo como uno de los padres de la libertad estética y fundador del nuevo cinema americano de los sesenta – a través de sus publicaciones permeadas por su ideología de la perversión y acciones tales como la fundación de la revista Film Culture en 1955, la creación de la sección “Movie Journal” así como de la cooperativa de distribución de cineastas en 1962, la cinemateca “Film-Makers” en 1964 y la fundación de un museo permanente para el cine de vanguardia en 1969, el “Anthology Film Archives” – sino también como un realizador-historiador del otro cine  ya que, a lo largo de su existencia ha producido más de 1.200 minutos desde 1949 hasta ahora, lo que equivale aproximadamente a 65 años de registro visual.

Su paso del analógico al digital no puede ser definido como un abandono del avant-garde frente a la contemporaneidad videográfica, pues en el sentido estricto de la palabra, Mekas siempre ha sido contemporáneo a su(s) tiempo(s). Su mirada vanguardista ha sido adaptativa a su tiempo. La introducción de la camcoder Sony en su proceso de captación de imágenes refuerza la ideología de expandir el contacto con el cine independiente, pues esas nuevas piezas son distribuidas vía streaming, promoviendo así un acceso amplio para el contacto con una sensibilidad cinematográfica alternativa.

Por ello, la exposición del trabajo de Jonas Mekas no podría estar inserta en otro marco que el de Filmadrid, pues ambos promueven un cine de marcado carácter autoral, independiente y liberador de la mirada. La exposición, que tiene lugar en el museo de artes de vanguardia Neomudéjar, posibilita el visionado de sus obras más recientes.

Denominada ‘I Sing and Celebrate’ por el propio Mekas, la exposición incluye retratos, fotogramas y piezas audiovisuales. Una propuesta libre y celebratoria, como el propio autor, que invita al espectador a caminar por su universo y vivir la experiencia de coexistir con el autor (incluyendo su presencia para una visita guiada el miércoles 14 a las 11h).

La obra gráfica está compuesta de retratos extraídos del video The Birth of a Nation (1997) donde las apariencias e impresiones de realizadores y activistas del cine independiente y de vanguardia forman el nacimiento de la nación del otro cine al que Mekas quiere dar cuerpo y visibilidad. Es una repuesta antropológica y antropofágica al lenguaje del cine mainstream y al título homónimo de la obra de David W. Griffith. No es una película documental ni un paratexto a su Antimanifiesto del centenario del cine, sino una construcción material existencial de esa familia de realizadores que inmortaliza y revindica esa nación. También se incluye una serie de fotogramas que homenajean la ciudad de Nueva York: To New York with Love es un proyecto entre la fotografía y la escultura permeado por el movimiento cinematográfico, pequeños fragmentos de un poema de amor, un trabajo antológico del devenir de la ciudad y de su ser en ella.

La parte visual de la exposición también recoge algunas de las incursiones de Mekas en el mundo digital. Un acercamiento a nuevas generaciones, un posibilitador de contacto con su pensamiento sobre el cine y su obra. La primera de ellas, The First 40 (2006) se basa en el montaje ensamblado de sus trabajos en celuloide más conocidos de los años cincuenta y sesenta como Walden, Lost Lost Lost o Zefiro Torna. Con todo, más que un recopilatorio de sus hits, el autor se embarca en un camino creativo y revisita su propia historia y tiempo. No es una trasladación entre medios sino una operación en sí misma. Su siguiente proyecto, 365 Day Project (2008), puede ser entendido como una película de un año pues, a lo largo de doce meses, ha realizado un video por día totalizando casi 39 horas. Aunque las imágenes no hayan sido capturadas en el mismo día en que las subía a su web personal, Mekas imparte en una especie de maratón biográfico, registrando momentos personales compartidos o individuales tales como reuniones de amigos, animales jugando, actividades diarias, viajes y personas, evocando el lado lúdico de la vida. Por su parte, One Diary Selection (2008) muestra el contenido de un mes comprimido en un día totalizando doce días consecutivos a partir de enero. No es una continuación del anterior, pero sí un compendio complementario que explora también a otros realizadores de vanguardia y un pequeño mémoire de los registros en 16mm.

Su obra textual también se recoge en la exposición. El visitante puede leer en un rincón especial los textos críticos, entrevistas y su diario en los libros Ningún lugar adonde ir y Cuadernos de los sesenta Escritos 1958-2010, editados y traducidos al castellano por Caja Negra Editora.

La exposición estará disponible hasta el 07 de agosto de 2017 con entrada gratis a los miércoles por la mañana entre las 9h y 11h.