Distintas variaciones de la road movie se han podido ver en esta edición de la SEMINCI, con propuestas tan variadas como The Sweet East, de Sean Price Williams, o On The Go, de Julia de Castro y María Gisele Royo (véanse críticas aquí). Arthur&Diana, de la alemana Sara Summa, sigue esta misma línea temática con una pieza fresca y divertida sobre el viaje de Diana con su hijo pequeño Lupo y su hermano Arthur (quien, como el Arthur de La quimera, tiene una obsesión por la búsqueda de tesoros; una bonita coincidencia que merece la pena mencionar). Los colores vibrantes (muchos rojos y amarillos) y la variedad de texturas dadas por la mezcla del 16 mm con Betacam y Mini-DV otorgan a la imagen una presencia estimulante mientras acompañamos a los personajes en una aventura que los hace mirar de dentro hacia fuera y luego hacia dentro otra vez. Viajamos con ellos de Berlín a París y nos hacemos testigos de sus conversaciones sobre el pasado, discusiones políticas y momentos de comedia, que hacen de este un film donde se encuentran lo filosófico y lo anecdótico. Y, sobre todo, donde nada resulta forzado, con un aura de espontaneidad que permea tanto el modo de filmar los acontecimientos como las interpretaciones: algo potenciado por el hecho de que los actores sean la propia directora y su familia en la vida real. Y aunque tal vez hacia la mitad del metraje el film pueda dar la impresión de que se agota pronto en su premisa, los encuentros y desencuentros de esta pareja de hermanos, en contacto constante con la inocencia propia de Lupo, hacen que queramos seguirles el rastro hasta su destino final. Hasta escuchar esa canción que juntos entonan diciendo: “La niñez se convierte en un recuerdo en el que solo piensas a altas horas de la noche”. Summa hace que, al menos durante 108 minutos, pensemos en ser niños una y otra vez. Y esto es lo más bello de su propuesta. Daniela Urzola