Felipe Rodríguez Torres

¿Es posible trasladar al presente las sensaciones primarias de un acontecimiento pasado congelado en el tiempo y la memoria de la historia? Todd Douglas Miller cree que si y Apolo 11 es un buen ejemplo de ello. Porque aunque este largometraje pueda traer a la memoria el documental For All Mankind de Al Reinert, estrenado en 1989 y galardonado con el Oscar, en sus elementos más superficiales -la presentación de material audiovisual inédito hasta el momento- las maneras de representarlo son diametralmente opuestas.

Si el documental de Reinert reconstruía el pasado a través de la mirada del presente –a partir de entrevistas a los tres astronautas– Apolo 11 de Douglas Miller coloca tanto su mirada como la del espectador en un pasado que se hace presente. Una mirada que devuelve la inocencia y el sense of wonder a un acontecimiento histórico al que el descreimiento de la sociedad actual había hecho perder lustre. Pero a diferencia del espectador del pasado, el testigo del presente es capaz de ser partícipe de los acontecimientos desde una infinidad de puntos de vista. 

Dicha visión poliédrica de los acontecimientos es desarrollada mediante una puesta en escena fruto de un montaje acerado –capaz tanto de condensar el tiempo real del relato, como de dilatarlo en sus fragmentos más espectaculares o poéticos– que parte de una ingente cantidad de material audiovisual de diferentes calidades y texturas, donde brillan aquellos fragmentos filmados en 70 mm y que gracias a su verticalidad y amplia profundidad de campo dan cuenta de la inmensidad de la hazaña.

Un hito histórico que no solo convierte a este largometraje en imprescindible documento histórico, sino que gracias a una estructura narrativa lineal y una perspectiva aséptica en la superficie –el uso del soundtrack (score y audios de la época) potencia y resignifica algunos de los fragmentos de la narración– abre la puerta a una interesante reflexión acerca de la representación del pasado en base a las maneras del audiovisual contemporáneo y su multiplicidad de pantallas, formatos y puntos de vista.