El edén después de la tragedia
Juan Roures.

La vida es dura para los niños de Japón, uno de los países que más presión somete a sus habitantes desde la más tierna infancia. A menudo el verano es el único momento que estos tienen para dejarse llevar, vivir aventuras… y conocerse a sí mismos. Como hicieran en su día Hou Hsiao-Hsien con Un verano en la casa del abuelo (1984) y Takeshi Kitano con El verano de Kikujiro (1999), Fujikawa Fumito retrata con suma sensibilidad en su cuasidocumental The Name of the Whale la apacible existencia veraniega de un niño campando a sus anchas lejos de la influencia de los adultos.

Fascinado por los fósiles de cetáceos, el pequeño Yuta dedica sus vacaciones a buscarlos mientras lidia con la entrada y salida de personas importantes en su vida. Aunque poco le acontece directamente, todo muta a su alrededor. Mientras tanto, la placidez rural de Miyoshi, a pocos kilómetros de Hiroshima, lo impregna todo con una melódica combinación de luz y sonido que la voyerista cámara de Watanabe Yasutaka capta con distanciamiento, dejando que los cautivadores parajes hablen por sí solos. Y es que quienes apenas lo hacen son los propios personajes (encarnados casi todos por actores no profesionales), cuyas aspiraciones son retratadas con máxima sutileza en forma de un par de locuciones y miradas que se funden con el sugestivo ambiente.

Mas no todo es idílico en The Name of the Whale, cuya inquietante atmósfera está impregnada del recuerdo del desastre atómico de Hiroshima en forma de apesadumbrados cantos de ballenas (particularmente poderosos al acompañar a esa prodigiosa cometa gigante para la que el mundo no parece tener cabida). Un aroma mortecino resultante de la suma de los efectos, aún latentes, de tan horrible efeméride y el hecho de que el país nipón sea el principal cazador de cetáceos del globo. Ajeno a todo ello, pero no inconsciente de la trascendencia que lo rodea, el inocente Yuta se embarca en un viaje de autodescubrimiento mientras la sociedad sigue un rumbo que él todavía no aspira a entender.