La pasión según Maja Borg
El segundo documental de Maja Borg, Passion (Suecia, 2021), se presenta como una performance dentro de una performance. Sirve como hoja de ruta para mostrar a la comunidad de gente que se relaciona a través de experiencias BDSM (bondage, dominación, sadismo y masoquismo), pero en realidad es una búsqueda entre la concepción de lo divino en la iglesia cristiana y el éxtasis del dolor que comparte con los rituales a los que se rinde la propia documentalista, como podría ser también el bautismo al que se somete.
La película presenta un juego entre las imágenes en blanco y negro y a color. En la experiencia divina (desde el ámbito cristiano al del BDSM) retrata las imágenes incoloras mientras ella medita a modo de monólogo interior, diferenciándolas del establecimiento de la praxis, como cuando acompaña a une directore de cine X que produce películas en las cuales exponen diferentes disciplinas del BDSM entre mujeres, imágenes que dentro del documental se visualizan a modo de reportaje. En la creación del rol hay color, en la experiencia del mismo la imagen es des-saturada, se trata del cuerpo, no de los ojos.
“Dicen que aquel en quien depositas tu confianza es en realidad tu Dios” medita la documentalista. Sus emociones parten del anhelo, de buscar algo que fue robado sin su consentimiento, fruto de los abusos de poder de los que está plagado el mundo patriarcal y capitalista, con la intención de encontrar entre las tinieblas la luz, y desde el dolor, liberar lo que está detrás. “Un dolor que pueda soportar, con cicatrices que pueda curar, un descanso en esta cruz, porque aquí tengo derecho a decir ‘basta’”, dice Borg. En el primer ritual al que se expone, se recurre al método del semáforo: verde, ámbar y rojo, donde ella será la sumisa, con la intención de que en los próximos pueda llegar a ser quien tiene el control y convertirse en dominante. Borg convierte el mundo de las prácticas sadomasoquistas, visto desde los prejuicios y el miedo por parte de algunos, en una salvación a través del consentimiento. Donde saber qué se controla, qué es de une y qué no está permitido controlar, es sinónimo de libertad.
Alicia Rambla
