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A través del inconsciente.
Carlos Losilla.

Algo que viene de sus películas anteriores es la reflexión sobre la ficción. Por mucho que una de ellas se titule Reality
Por supuesto, e incluso Reality tiene un componente fantástico: es una película sobre el deseo que se convierte en obsesión. Y en eso tiene mucho en común con El cuento de los cuentos. Solo que aquella partía de la realidad contemporánea e iba en una dirección más fantástica y El cuento de los cuentos parte de una dimensión fantástica y va hacia la realidad. Pero Giambattista Basile es un autor que mezcla lo trágico y lo cómico, todo ello con elementos grotescos. El bien y el mal se confunden, y sobre todo habla de cuerpos, de la transformación de los cuerpos. Y también del deseo y la obsesión. Por lo tanto, está perfectamente en línea con mis gustos. Descubrí a Basile hace seis o siete años, gracias a un amigo pintor…

¿Qué significado tiene Basile en la cultura italiana?
Es poco conocido, incluso en Italia. Inspiró a los hermanos Grimm y a otros, incluso lo tradujeron en Alemania. Espero que mi película haga finalmente justicia a este texto extraordinario. Aunque solo lo he podido adaptar en muy pequeña parte, pues son cincuenta cuentos. No descarto continuar con esta labor en el futuro.

Una de las cosas más interesantes de la película es cómo afronta el concepto del cuento tradicional…
Si intenté adaptar estos cuentos es porque me siento cercano a los personajes, porque comprendo humanamente sus conflictos, sus deseos y sus debilidades. Me identifico con todo eso. Y ahí tiene que ver que fui pintor antes que director de cine, y por eso soy capaz de imaginar el potencial figurativo de poner en escena un texto como el de Basile. En este sentido, Goya ha sido fundamental, sobre todo sus Caprichos, que tienen mucho que ver con los cuentos de Basile: lo mágico se mezcla con lo realista y lo grotesco, todo junto. Siempre he admirado esos cuadros, y los tenía constantemente ante mí en la fase de preparación de la película. Cuando empecé a rodar, intenté olvidarlos y hacer algo que fuera totalmente mío. Me liberé emotivamente de esos referentes, e intenté limitarme a seguir el viaje de esos personajes. Este es un film que intenta hablar a la audiencia de una manera no racional, a través del inconsciente. Trata sobre sus emociones profundas. El espectador debe olvidarse un poco de todo, regresar a la infancia y dejarse llevar. Este es mi consejo.

Pero a la vez la película tiene algo de perverso…
Sí, este es uno de los componentes más fascinantes de Basile: su moral es siempre ambigua, como en la vida. Hay un elemento muy oscuro en su obra. En aquellos años no existía la literatura para niños, por lo que sus cuentos están dirigidos, en realidad, a los adultos.

¿Cómo ha influido en la película una cierta idea del Barroco?
Basile pasa por ser uno de los grandes autores del Barroco. Benedetto Croce lo alabó, y Calvino dice que se trata de una especie de Shakespeare napolitano… Yo intenté encontrar un tono que partiera del barroco pero llegara a un estilo moderno, casi minimalista, y al final todo ello de una manera espontánea e instintiva. Hice el trabajo de preparación y dejé que la vida y lo imprevisto entrasen en el film. Realicé una aproximación muy libre. No quise hacer una investigación detallada sobre la época, sino interpretarla.

Entonces ¿cuál diría que es la interpretación que hace usted de la obra de Basile?
Es una interpretación que nace del inconsciente. Mi aproximación es emocional y he intentado ser simple y directo, conservar el espíritu de entretenimiento de Basile, que mezcla lo alto y lo bajo, la alta cultura y la cultura popular. Por eso me quise mover a través de mi instinto y de mi emotividad. Pero en una película nunca sabes qué va a pasar, por ejemplo, cuando pones un color al lado de otro. Solo tienes la visión de conjunto al final. Es el aspecto más apasionante y mágico del cine. Es como una alquimia. Por lo tanto, ese era el gran desafío: hacer una película espontánea en el interior de un proyecto técnicamente tan complejo, mantener la frescura. Y, en el interior de un género popular, intentar encontrar una perspectiva visual propia.

Entrevista realizada en el festival de Sevilla, el 7 de noviembre de 2015.