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Si existe un punto neurálgico que pueda servir de punto de partida de la sexta edición del Festival Internacional de Cine Independiente de Ibiza (IBZCF) podríamos encontrarlo en la masterclass impartida por la crítica cinematográfica Mireia Iniesta englobada dentro de uno de los puntales de la Sección Oficial: Fem-Cine. En su charla, acompañada posteriormente por algunos de los cortometrajes más relevantes de la cinematografía realizada por mujeres -entre los que se encuentra la ganadora de la sección, La Pescatora de Lucia Loré y All I Need is a Ball de Elena Molina- Iniesta dialogaba con la audiencia presente en el Auditori Caló de S’oli (centro neurálgico del festival) acerca de la relación entre la memoria histórica y la memoria borrada desde una perspectiva de género, partiendo de la obra de Carolina Astudillo.

Una memoria borrada y manipulada que, junto a la mirada centrada en el arraigo o desarraigo de las tradiciones y los recuerdos del pasado, se podía encontrar en los títulos más destacados de una selección de 105 propuestas, repartidas a lo largo de diez días. Por ejemplo presentes en Pedra Pàtria de Macià Florit Campins (Premio Mejor Película Nuevo Cine Español). Retrato a dos tiempos, donde el pasado se hace presente en una emotiva reconciliación filial y donde su realizador entrega un ejercicio de arqueología del pasado -relacionado con trabajos de Carolina Astudillo como Ainhoa, yo no soy esa– donde busca y consigue equilibrar un legado y un pretérito al que trata tanto de recuperar -a partir de un material audiovisual de archivo que manipula las formas y el formato de la cinta- como de pasar página.

A esa misma sección pertenece uno de los trabajos más poderosos y a la vez inquietantes y perturbadores visto en la programación del Festival de Ibiza: Perderlo todo de Víctor Cerdán. Un áspero, crudo y desasosegante thriller de venganza que rompe los límites entre ficción y realidad o ficción y documental, cuya purulencia y descomposición de los entornos representados en el celuloide se traspasan a otras obras presentadas en el festival. Por ejemplo en la Mención Especial de la sección Panorama, Los hermosos vencidos de Guillermo Margariño y su hibridación entre la literatura de Roberto Bolaños y Bonnie and Clyde de Arthur Penn, bella en su descomposición orgánica y moral. Una doble descomposición que también podemos encontrar en quizá el trabajo más desconcertante de todos los proyectados: The Saint of The Impossible del suizo Mark Wilkins (Mejor Película de la sección Human in Focus y Premi de la Crítica-Blogos de Oro). Una obra que parte de las formas extrañadas de la representación del sueño americano bajo el prisma del mainstream hollywodiense, para acabar degradándose en una perversión o realidad del mismo, entre el Steven Soderbergh de The Girlfriend Experience y el cine de Alejandro González Iñárritu.