Nuevas visiones en el corto europeo.
Àngel Quintana.
El FEC -Festival Europeo de Cortometrajes- de Reus se ha convertido en un auténtico punto de encuentro y de referencia para entender cuáles son los caminos y ámbitos que surcan en estos momentos la producción de cortometrajes en Europa. El festival posee una sección competitiva en la que se recogen algunas propuestas fruto de una selección de más de tres mil cortos recibidos y con una clara vocación de buscar nuevas líneas estéticas que singularizan la producción de cortos. Entre los aspectos más destacados de la selección de este año reside la vocación de romper con la concepción de que el corto debe ser el desarrollo de una idea simpática para imponer la noción de que el corto es una película de corta duración, hecha con más libertad en su trabajo de producción y con una clara voluntad de buscar e inscribir la imagen en el presente. No es ninguna casualidad de que las tres películas ganadoras del festival impusieran una especial poética. 37º 4S de Adrian Valeria se sitúa en una clara frontera entre el documental y la ficción. Por un lado parece recoger la herencia de Flaherty de rodar en los confines de la civilización, el lugar más incomunicado del planeta: la isla de Tristan da Cunha, situada en medio del Atlántico a 2000 km del núcleo habitado más cercano. Por otro lado, la película crea una poética de la ficción a partir de una historia de amor, soledad y abandono entre una pareja de adolescentes que forman parte de los trescientos habitantes de esta colonia inglesa. El segundo premio fue para The Mass of Man de Gabriel Gauchet, una película que reflexiona sobre de qué modo la crisis social puede crear nuevas formas de violencia. El tercer premio fue para La gue de Jean Bernard Marlin, una producción francesa que no estaría demasiado lejos del cine de Kechiche y que cuenta el recorrido de una adolescente acusada de haber robado una moto y haber perpetrado un accidente mortal. La joven debe comparecer ante un tribunal de menores que la condenará a la cárcel.
El festival que durante años se celebraba entre Cambrils i Reus, ha desplazado su sede en Reus y decidió reconocer este año a la figura de Bigas Luna, que desde su fundación estuvo muy cerca del FEC.
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