En Edge of Night, Türkur Süer nos traslada a la Turquía de 2016 para explorar el tema de la lealtad. La cinta se articula en torno a la lucha interna de sus personajes, atrapados entre los lazos familiares, el deber con el estado y el enfrentamiento con sus propios dilemas morales. Süer opta por una puesta en escena milimétrica que convierte el espacio en una cárcel simbólica para sus protagonistas. Los encuadres forman una simetría asfixiante que refuerza la sensación de control absoluto del estado sobre el individuo. Esto se ejemplifica sobre todo en los espacios cerrados, donde los puntos de fuga tienen una presencia predominante remarcando la intensidad de las líneas rectas de los edificios o las filas de soldados, un juego visual que deja poco margen a que cualquiera de los presentes pueda cambiar de parecer. La relación familiar tendrá su expresión en los espacios abiertos: cuando paran en la gasolinera o en la estación de autobuses, aquí la tensión se abre paso a través del montaje, sincronizándose con la música para acentuar que el tiempo está a punto de acabarse, y que los hermanos se encuentran contra las cuerdas.

A pesar de su tono predominante, la película se permite ciertos respiros cómicos que aportan ligereza a la trama. Estos momentos, cuidadosamente orquestados en el montaje, se producen gracias al cambio de ritmo en el mismo y permiten al espectador tomar distancia de la tensión, resaltando, a través del absurdo, la futilidad de las jerarquías. La escena de la búsqueda de las llaves en la gasolinera ejemplifica este enfoque, demostrando, mediante un compás entre el montaje y el encuadre que todos, soldados y presos, son iguales en esencia.

“No tengo un mensaje sino preguntas que ofrecer y que yo mismo quiero entender y plantear”, comentaba el director en el coloquio que se celebró tras la proyección. Estas palabras no solo invitan a la reflexión, sino que instan a que cada espectador interprete la propuesta a su manera. Así, el film se convierte en un vehículo para el diálogo, generando un debate colectivo sobre la duda y las jerarquías, un ejercicio que se puede extrapolar no solo a la historia reciente de Turquía, sino a cualquier conflicto o modelo de estado contemporáneo.

Clara Tejerina