Primer largometraje como directora de una guionista china ya veterana, con una larga trayectoria como tal en el cine de su país, Bound in Heaven cuenta una dolorosa, pero conmovedora historia de amor entre un enfermo terminal y una mujer atrapada por la violencia y maltratada por su marido. La propuesta resulta desigual en la alternancia de momentos más afortunados (casi siempre ligados a la utilización de los espacios y de las escenografías urbanas, entre las que circula de manera intermitente un incipiente lirismo cargado de pesimismo y de desgarro cuando los protagonistas circulan por ellos o se detienen en su entorno) con otros mucho menos orgánicos, en los que la cámara no acaba de integrarse con la puesta en escena. Sus dos protagonistas, obligados a escapar no solo de sus propias circunstancias, sino también de una consecuencia indeseada de la confrontación con el marido de ella, emprenden una fuga que les lleva a diferentes ciudades sin que en ninguna de ellas puedan acabar de estar al abrigo de todo lo que les amenaza.
La película es la adaptación de una novela precedente y el guion sufre en parte una cierta arritmia narrativa quizás como consecuencia del proceso de traslación al relato cinematográfico propiamente dicho. La película no elude la influencia ocasional de Wong Kar-wai en el tratamiento de algunos espacios callejeros (se le cita incluso casi literalmente cuando se habla de lo difícil que es encontrar a la persona adecuada en el momento adecuado) y la cineasta se esfuerza –y se nota demasiado– en buscar la mayor autenticidad posible en su indagación emocional, bien apoyada por las excelentes interpretaciones de sus dos protagonistas, pero el resultado (visualmente poderoso en ocasiones) es algo irregular y no del todo logrado.
Carlos F. Heredero
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