Existir en la ficción significa existir como una posibilidad textualmente autentificada y no adherida únicamente al correlato del mundo objetivo. Mientras el texto exista, su mundo puede ser reconstruido en cualquier momento. Esta distinción literaria-textual se incrusta en el argumento del falso documental de Vlad Petri, Between Revolutions. Una aproximación comparativa en torno a dos estallidos revolucionarios cruciales: el de la República Islámica de la mano del gobierno teocrático de Ruhollah Jomeini en 1979 y la caída del régimen del dictador rumano Nicolae Ceauşescu una década después. La sincronización, en primera instancia lejana, de estos sucesos tiene su origen en la juventud de la madre del realizador, en una época en la que ambas sociedades se comunicaron a través de sus estudiantes. El material de archivo y el found footage terminarán por confeccionar el juego de espejos, materializando paralelamente una delicada relación epistolar ficticia entre Zahra y María. En sus cartas, escritas por la coguionista Lavinia Branişte a partir de archivos confiscados por la policía secreta rumana, se relata el fervor idealista de una parte de la población que, ya sea por una imaginación inexacta o por una ensoñación desmedida, fue testigo de un desarrollo posterior que terminó por abatir no solo la perspectiva de un futuro mejor, sino la arquitectura interna de una ambigua historia de amor cuya cosmogonía nunca estuvo sujeta por la mediación de lo real. Felipe Gómez Pinto
