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Gerard Alonso i Cassadó.

¿Cómo mostrar de nuevo la locura llevada al límite? Es la pregunta que tuvo que plantearse Franck Khalfoun al asumir el remake de Maniac, célebre película gore dirigida en 1980 por William Lustig, quien ejerce de productor en esta nueva mirada a su obra apadrinada, a su vez, por Alexandre Aja. La solución que ha hallado Khalfoun para ofrecer algo más que una insípida puesta al día es sin duda impactante: evocando títulos como La dama del lago (Robert Montgomery, 1947) o Enter the Void (Gaspar Noé, 2009), nos mete radicalmente en la piel de su protagonista filmando toda la película con cámara subjetiva. Así, todo lo que vemos es lo que ven los ojos de Frank, restaurador de maniquíes y esquizoide asesino en serie atormentado por un galopante Complejo de Edipo muy mal resuelto.

Esa es la principal diferencia entre el Maniac original y esta nueva versión. Pero no la única. Si Lustig fue capaz de transmitirnos el hedor a putrefacción de los ambientes malsanos que recreaba su película, logrando casi meternos en el paladar el sabor a sangre y mugre, Khalfoun prioriza el desasosiego a la repugnancia. Su apuesta escénica, y la elección de Elijah Wood como protagonista, logran que el espectador sienta en primerísima persona y empatice con el dolor y la desesperación de un psicópata incapaz de controlar sus actos. Narrativamente el film es poca cosa, pues se limita a presentarnos una sucesión de crudísimos crímenes mostrados sin ningún tipo de pudor. Pero formalmente impacta por su rotundidad, la perturbadora belleza de algunas secuencias (el erizante Ave María de Schubert cuando Frank ahoga a su madre), y cierto aura cool que desprenden sus imágenes nocturnas y una sensacional banda sonora (otro más) del compositor galo Robin Coudert, Rob.

Puede que la justificación psicoanalítica a la locura de Frank resulte algo arcaica y que el esquema argumental de la película sea en exceso repetitivo pero, sin entrar a valorar si supera o no al original, el Maniac de Khalfoun es, por sí misma, una de las películas más angustiosas y estremecedoras de los últimos tiempos.