Patrice Chéreau, director de teatro y cine
Juanma Ruiz
Patrice Chéreau fue un hombre de escena en el más amplio sentido del término. Nació en Lézigné, 2 de noviembre de 1944, en el seno de una familia de pintores, y ya desde la adolescencia comenzó una carrera interpretativa que pronto le llevó a trabajar la dirección teatral y a ganarse la etiqueta de ‘niño prodigio’ del arte dramático. Empezó a dirigir pequeños teatros, y en 1969 pasó de dirigir el Théâtre de Sartrouville a integrar el Piccolo Teatro de Milán. Ese mismo año dirigió su primera incursión en la ópera, La italiana en Argel, de Rossini. En la década de los setenta dirige, entre otras, Los cuentos de Hoffmann, de Offenbach (en la Ópera de París), y la tetralogía del Nibelungo de Wagner, y comienza asimismo su carrera como cineasta, con La carne de la orquídea (La Chair de l’orchidée, 1975), adaptación de la novela de misterio homónima de James Hadley Chase. A partir de entonces compaginó los montajes teatrales y operísticos con la dirección cinematográfica, con resultados más que notables en ambos campos. Si hay alguna frontera entre el escenario y la pantalla de cine, Chereau no pareció acusarla. Tampoco llegó a abandonar el oficio interpretativo, y como actor intervino en filmes de Andrzej Wajda, Youssef Chahine, Michael Mann, Raoul Ruiz o Michael Haneke. Tras la cámara, demostró la misma valentía que frente a las tablas (“está bien ser odiado”, llegó a declarar), y filmes como Intimidad le valieron tanto el aplauso de la crítica internacional como la polémica. Con La reina Margot, Los que me quieren cogerán el tren o Su hermano (Son frére) cosechó premios por los festivales internacionales más importantes, desde Cannes a Venecia o Berlín.
Hombre de escena, decíamos, valiente, enérgico y, cuando la ocasión lo requería, transgresor, Chéreau ha sido una de las figuras capitales del teatro francés y un cineasta incontestable, de tal modo que sería inútil tratar de supeditar una de sus facetas a la otra. En palabras de Àngel Quintana, Chéreau fue “un gran hombre de teatro –y ópera– que hizo cine para poder acercarse más al cuerpo de los actores y las actrices, para romperlos, rasgarlos y hacer estallar toda su energía”. Su muerte, consecuencia de un cáncer de pulmón, viene, demasiado pronto, a truncar una trayectoria fulgurante y de incontestable relevancia.
Te puede interesar
Este mes

01E05. José Antonio de Luna – Filmin
Último capítulo de la primera temporada de ‘Saltos de eje: El podcast”. En esta ocasión hablamos con José Antonio de Luna, COO y co-fundador de Filmin, para desgranar cómo han vivido ellos el viaje de estos 15 años de existencia en los que el panorama audiovisual ha cambiado radicalmente: Netflix estaba aún probando su servicio online en Estados Unidos, no existía el MCU ni los superhéroes ni Disney monopolizaban continuamente la taquilla.
Gracias a este repaso, podremos no solo hablar de la evolución y del momento tan dulce que está viviendo Filmin sino también seguir desgranando los patrones de la nueva realidad: la relación y la responsabilidad de las OTTs con las salas de cine y el papel actual de las empresas de telecomunicaciones.
Guión y Comunicador: Diego Rufo
Producción de podcast: Iván Patxi Gómez Gallego
Visítanos en https://saltosdeeje.com/
