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Ante la situación actual en Ucrania, destacadas figuras del entorno cinematográfico del país han hecho público un llamamiento a sus homólogos rusos, que reproducimos aquí:

¡Queridos amigos y colegas!

Durante muchos años, décadas enteras, hemos estado juntos, hemos trabajado con vosotros creando películas en un único espacio cultural y cinematográfico.

Y ahora está ocurriendo algo que hasta hace poco habría sido imposible de imaginar en nuestras peores pesadillas: un ejército ruso en territorio ucraniano, una guerra que en cualquier momento puede hacerse realidad, una realidad escalofriante de la que ya no podremos escapar.

Queremos deciros esto amigos: no es posible entender y aceptar los motivos que han determinado esta decisión por parte del liderazgo del estado ruso. En los últimos años en Ucrania se ha establecido un régimen cuyos miembros han estado envueltos en la extorsión de nuestra riqueza nacional, la destrucción de un sistema legal y el socavamiento de la moralidad misma, así como un desprecio por los derechos individuales. Esto ha culminado en la rebelión de un pueblo, una rebelión que llevó a la caída de Viktor Janukovich y su consiguiente huida del país.

La Plaza de la Independencia de Kiev, un símbolo de transformación, agrupó bajo su bandera a gente de distintas nacionalidades y creencias. Están unidos por una confianza en el progreso del país, en los valores democráticos, en la alta cultura. Esas imágenes que la prensa rusa intenta estampar en la plaza, como si solo estuviera formada por “rednecks fascistas” y “nacionalistas belicosos” no son más que un mito propagandístico. La retórica nacionalista y del odio nunca ha definido la ideología del Maidan. Y es una absoluta falsedad la afirmación de que ha habido alguna derogación de derechos o persecución de gente de habla rusa. Las dificultades del inminente período de transición indudablemente existen, pero tienen características completamente distintas.

Aún más amargo es reconocer que somos rehenes de las ambiciones de políticos que siguen sus propias metas, tan lejanas de los intereses del pueblo. ¿Es posible que seamos realmente tan impotentes para detener ese poder? ¿Es cierto que nuestra fraternidad debería ser sujeta a la destrucción? Os llamamos para que digáis “NO” a esos planes de dividir a nuestro pueblo, de sembrar el odio, que solo puede influir de manera catastrófica en nuestro gran y glorioso arte.

Creemos en la razón, creemos en el poder de la verdad y de la memoria, que nos une con el más fuerte de los lazos.

En la fe de un futuro mejor para nuestros pueblos,

Sergei Trimbach. Crítico de cine, presidente de la Unión Nacional de Cineastas Ucranianos.
Larisa Kadochnikova, Artista del Pueblo de Ucrania y Rusia.
Kira Muratova, cineasta, Odessa.
Roman Balayan, cineasta
Raisa Nedaskovskaya, actriz
Yaroslav Lupiy, cineasta, Odessa
Sergei Lisetsky, cámara
Valerii Balayan, cineasta, Crimea.
Yuri Garmash, cámara.
Viktor Shkurin, cineasta
Valentina Sloboda, estudiosa del cine, Dnepropetrovsk
Oleg Fialko, cineasta
Bogdan Verzhbitskiy, cámara.
Oksana Musienko, estudiosa del cine.
Vyacheslav Krishtofovich, director.
Evgeniy Golubenko, artista, Odessa.
Dmitry Tomashpol’skiy, cineasta.
Vladimir Tikhij, cineasta.
Sergei Bordeniuk, cámara
Elena Parfeniuk, estudiosa del cine.
Alyona Demyanenko, cineasta.
Volodymyr Voytenko, crítico de cine
Alik Shpiuk, estudioso del cine.
Taras Tkachenko, cineasta.
Valentina Slobodyan, estudiosa del cine.